Manifiesto del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres 2023. ‘De igual a igual’

 El 8 de Marzo reivindicamos, un año más, el Día Internacional de las Mujeres. Llevamos prácticamente medio siglo, desde que la Organización de Naciones Unidades fijase la fecha en 1975, reclamando los derechos y libertades que, como mujeres, deberíamos tener garantizados en las mismas condiciones que nuestros compañeros varones. 

Sin embargo, las mujeres, por el simple hecho de ser mujeres, continuamos enfrentando obstáculos, barreras y discriminaciones en nuestro día a día que merman nuestras oportunidades y posibilidades para ser ciudadanas de pleno derecho. 

Ni que decir tiene que esas dificultades y discriminaciones todavía se agravan de un modo más feroz cuando hablamos de mujeres con discapacidad, mujeres migrantes, mujeres rurales, mujeres víctimas de violencia de género o mujeres en situación de vulnerabilidad social. 

De media, en España y en Castilla-La Mancha, las mujeres recibimos una pensión inferior a la de los hombres. Y hasta llegar a ese momento, el de la jubilación, hemos tenido que atravesar toda una serie de carreras de obstáculos. Cobramos peores salarios; en el ámbito laboral percibimos un salario un 13 por ciento inferior al de nuestros compañeros, que en términos económicos se traduce en 3.200 euros. Tenemos que realizar encaje de bolillos para poder conciliar nuestra vida personal y laboral pues en términos estadísticos, dedicamos el doble de tiempo al trabajo doméstico y de cuidados que los hombres y además, copamos 3 de cada 4 jornadas a tiempo parcial. Por si fuera poco, nuestras opciones de acceso a puestos de responsabilidad y poder, y por tanto, mejor remunerados son mucho menores, el conocido techo de cristal. 

En consecuencia, en nuestra jubilación sufrimos mayores tasas de pobreza y vulnerabilidad. 

Con todo, es evidente que en las últimas décadas hemos asistido y lo seguimos haciendo a un momento de grandes conquistas y de consolidación de los derechos de las mujeres. De ahí, la necesidad de seguir apostando por una legislación y unas políticas públicas fuertes, consolidadas y capaces de revertir las injusticias históricas de siglos. 

En Castilla-La Mancha, en los últimos años y gracias a las diferentes medidas de impulso y acción positiva en pro de la igualdad entre mujeres y hombres se ha reducido la tasa de desempleo femenino un 14 por ciento; somos la segunda Comunidad Autónoma con una menor brecha salarial y hay 80.000 mujeres más trabajando. Además, las jóvenes representan más de la mitad de las matriculaciones en la Universidad y progresivamente, poseemos o compartimos la propiedad de la tierra en igualdad de condiciones. 

Y todo ello no se habría conseguido sin el trabajo, el esfuerzo y la implicación de las miles y miles de personas que creen verdaderamente en la igualdad, con mayúsculas, porque ¿no parece el colmo de la injusticia que nosotras, las mujeres, por el hecho de ser mujeres, tengamos que pelear y defender nuestros derechos y libertades para tener garantizados los mismos derechos y libertades que a nuestros compañeros varones se les reconocen automáticamente? 

Por todo ello, por los logros conseguidos, y los que quedan por conseguir, la lucha feminista es hoy, y ha sido siempre, tan importante para todas las mujeres del mundo, de nuestro país y de nuestra región. La igualdad entre mujeres y hombres, en el más profundo sentido de le palabra, es la única garantía de una sociedad cualitativamente democrática. 

De ahí que ‘De igual a igual’ sea el lema elegido, por segundo año consecutivo, por el Gobierno de Castilla-La Mancha, y no es un simple eslogan, sino que es toda una declaración de intenciones sobre de qué manera y con qué objetivos queremos compartir los espacios de trabajo, familiares, de ocio, cultura o deporte, en definitiva, de cómo queremos compartir la vida en nuestra tierra, en Castilla-La Mancha. 

Y es de ese modo: de igual a igual entre mujeres y hombres. Parece sencillo, pero somos conscientes de las tremendas dificultades que esta meta común entraña. 

Por eso, este 8 de Marzo, seguimos celebrando todos y cado uno de los logros que el feminismo y la lucha de las mujeres han conseguido para el avance de nuestra sociedad, y continuamos reivindicando la necesidad de la lucha feminista para conseguir la mayor y más justa de las aspiraciones sociales: la igualdad. 

Por ello, y porque el camino que nos queda todavía por recorrer es largo y pedregoso debemos caminar de forma unida, todas y todos, mujeres y hombres para quienes el faro no es otro que la igualdad. 

INSTITUTO DE LA MUJER DE CASTILLA-LA MANCHA